Automóviles orientales.

Durante la década del 2000, queda claro que las necesidades culturales de la población se definen por su utilidad para hacer girar proyectos diferenciados por concepto de la propiedad de autos de marcas de origen japonés, tal es el caso de los Tsuru de Nissan, una unidad que fue bien enajenada para valer a las facilidades para conseguir refacciones para varios de sus modelos.

Otro dominio comercial que incluye el valor económico y de mercado de los autos compactos de 4 cilindros más populares en el mundo, es el de la marca "Honda" que en varias eras de producción de origen japones y norteamericano distribuyó distintas líneas y modelos de Accord y Civic. También es el caso de los “Toyota” distribuidos alrededor del mundo con gran éxito desde la década de los setenta, y el de los Mitsubishi, Suzuki, y Mazda, que completan su panorama de ventas, mismo donde los Hyundai, pasadas la década de los ochentas y los noventas, comercializaron su producción en el planeta entero, donde también la marca Kia participa de su fortuna. En ese sentido, el caso más reciente de la marca de novedad de autos chinos "Baic", se tiene a una fórmula del marketing de competencia propia del poder de penetración de dicha clase de vehículos en el mercado nacional.

Resalta el caso de la producción histórica de distintas líneas y modelos de automóviles de marcas distintas, tales como las de:
  • Honda: Civic
  • Subaru: Leone; Legacy; Impreza
  • Toyota: Tercel
  • Hyundai: Excel
El dominio modelo de los intereses que apuestan por la propiedad de automóviles de competencia en los mercados de prestigio, tales como por ejemplo, los de las marcas Honda, Toyota, y sus competidores directos, sirve para tener una visión generalizada de dicho panorama de consumo, hecho a la heterogeneidad compuesta de las bases del desarrollo de las distintas líneas que integran el ciclo económico del parque vehicular mexicano que siguió al cambio en las preferencias del consumidor después de la década de los noventas.

El marco de los modelos de negocios de los países del este de Asia supone en ese sentido, el arraigo a las marcas originarias de aquella región del planeta, así como también las marcas fabricantes y originarias del marco que se circunscribe a los modelos de negocios del continente europeo. El juicio sobre cuáles de los japoneses que se mueven en la misma línea de cual es el mejor auto, da al traste con el prestigio de las marcas según la tradición en su magnitud de ventas, tales como lo son de los Honda que siendo los preferidos del público consumidor, son seguidos por los Toyota, donde Subaru por ejemplo, marcan la diferencia de la distinción donde también las marcas Mitsubishi y Suzuki compiten por el mismo mercado de clientes más asiduos a ese horizonte de ventas. Siendo de ese modo, los distintos segmentos del mercado de los automóviles de consumo de la tendencia media de la moda de su demanda, serían los compactos y utilitarios japoneses de uso familiar, empresarial y corporativo que convienen a la revolución popular y conservadora.

La coordinación con la personalidad industrial del fabricante, tal y como sucede con la marca Mitsubishi, da cuenta en ciertas ocasiones, de las distintas actividades que realiza su corporativo, mismas entre las cuales se puede encontrar la de fabricante de electrónicos, además de la de automóviles. Otro caso es la de la empresa Suzuki, que tradicionalmente fabrica motocicletas.

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